viernes, 24 de diciembre de 2010

Christmas is coming!!

Como saben bien mis amigos, desde hace años hago una selección de música navideña divertida y alegre, sin ser ñoña. Las canciones irlandesas, escocesas, country, suelen ser un filón. Hoy quiero presentar una de mis preferidas, no demasiado conocida para la mayoría.
En 1983 The Payolas (creo que justo antes de que entrara Paul Haig y se hicieran algo más conocidos y no muy interesantes) publicaron un single que se llamó Christmas is coming, que comienza con una guitarra brillante y que me enganchó entonces y sigue estando en la banda sonora de mi Navidad. Power pop navideño feliz y calido desde Vancouver.
Estaba incluido en el LP Hammer on a drum, que me compré por esa época y que también tenía una canción guasona que me gustaba pinchar en las fiestas Never said I love you... pillines!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Felicidades



Como todos los años no nos ha tocado nada el día de la lotería. Como todos los años a estas alturas llego tocado, sin dormir y con tos. Como todos los años es un buen momento para tratar de pararse y hacer recuento. Como todos los años, también se termina este 2010 tan huevón y pesado en el poníamos nuestras esperanzas en el 2008 cuando no queríamos felicitarnos mucho el 09 que tenía mala pinta...

El invierno ha aparecido a traición, gris, sin piedad, con poco ruido, en medio del duermevela otoñal, como nos pasó con el verano, que llegó renqueante, el día que uno se encontró a los niños de vacaciones y a las chicas de tirantes.

Y ahora, sin saberlo, ya es Navidad.

Un año de trabajo, lío y complicaciones, pero de ilusiones, descubrimientos, nuevos amigos, y del equipo Panamá en Asturias, con el que trabajamos un montón y nos reímos dos. El año de construir el camino a un cementerio arriba en los picos de Europa, desde que si te descuidabas hacías el descenso del Sella, sin paradas ni anestesia. El año en el que no me maté cayéndome de espaldas a una poza, aunque estuve a punto. En el que descubrimos Amsterdam, llena de iglesias con exposiciones de arte islámico, canales, bicicletas kamikaces (viento divino en japonés), Multatuli, callejeo tranquilo, vikingos, porros y putas.

Muchos y buenos conciertos de Seattle, en sitios míticos, Clamores o Cats.

En que nos hicimos futboleros, mundiales, y algo más escépticos, europeos. De muchas fiestas con montealtas guasonas, veladas ibicencas con piscina y creciente sofisticación en los mojitos.El año que descubrí por qué los escoceses llevaban kilt!

El año en que, en California, en el lago Mono (todo ha venido de ese mismo Mono, el sida, el hombre, ... o al menos la mayoría de ellos) se han descubierto unas bacterias que los científicos llaman extraterrestres -aunque me resulta muy raro si viven por aquí- porque tienen arsénico en vez de fósforo y en la foto me parecen beans (las típicas judias inglesas pero mucho más pequeñas y sin tomate)… como si nosotros no conociéramos extraterrestres cada día, que tienen arsénico en vez de sangre!

Fue el año en el que pude decir a los amigos golfistas eso de que “yo no juego al golf, .. es que yo esquío”. Cuando nos fuimos a Fátima y Nazaret y, en el camino, tomar un auténtico spaghetti carbonara hecho por un Cirenei italiano, en una casa añil de cuento. También de Salamanca y la Alberca, y de volver a Bournemouth. Del camino de Santiago con Javier y unos amigos, y también el de la subida del perdón a O Cebrerio. Como siempre, gracias y perdón.

El año en que varios estudios de prestigiosísimas universidades han demostrado que reirse añade cuatro años a la vida de un hombre y … “mirar tetas” (sí, es literal) otros dos; total que no quedan dudas para el retraso de la jubilación... al menos de los tíos (hasta … por lo menos … la eutanasia?)


Feliz Navidad, al menos seguimos cantando villancicos al nacimiento

Feliz Navidad y … feliz, al menos para nuestras cosas y en nuestras casas, 2011... y que, al menos por unos días, a la macroeconomía le den morcilla.

martes, 21 de diciembre de 2010

Las hermanas Llanos traviesas y bailonas

Este domingo después de la fiesta de fin de año de la que hablaremos (el fin de año se celebra cuando uno quiere, sobre todo si estas deseando que se acabe el año de una vez por todas), Juanpi y yo nos fuimos a ver a Dover que empezaba una nueva gira para presentar su I ka kené, simpático y pseudoafricano, con un concierto este domingo, 19 de diciembre.

Dover salen decidas a pasarlo bien y a que lo pasemos bien. Antes nos hemos sorprendido algo con el vestuario entre galáctico y élfico de las azafatas de una empresa de teléfonos. Ellas, a pesar de su cambio de sonido, mantienen su imagen metidas en sus vaqueros y sus camisas.


El bajista Samuel, al lado derecho del escenario, mueve la cabeza al ritmo que golpea el bajo y sólo por momentos al final levanta la cabeza e incluso llega a apartarse el pelo de la cara para mirarnos.


Estan a gusto y nos lo dice Cristina, que bien me o estoy pasando carajo! y baila como loca. Amparo presenta las canciones. Entre las mejores vuelven a tocar King George, en una nueva versión, la tercera que han hecho en su carrera de esa canción y que nos gusta mas que la última dance.


El sonido es muy bueno, la sala a rebosar, la percusión refuerza la bateria más contundente si cabe. Ellas nos hablan del mal de amores de Amparo que dio lugar a una bonita canción, que dedican a su madre que está en la platea, y de la canción caribeña, simpática, que hicieron cuando en marzo no podían seguir aguantando el frio del invierno, que habla de una playa en la que tomar el sol sin que nadie las conozca.


Entre los aplausos y los gritos de guapa a Amparo, nos confiesa que, antes de salir, se preguntaba muy nerviosa por qué se había dedicado a esto de la música. Dice que era una dependiente modélica (en la tienda de su madre por aquí cerca) …


Ahora se respondía triunfante que ya sabía la razón por la que estaba en ésto. El repertorio aunque contiene concesiones a su historia recoge también las canciones de su disco anterior Follow the city lights. El bis empieza con el Devil come to me en versión dance, para mi gusto peor que la rockera que les consagró hace años.


Al final Amparo se queda sola y se lanza sobre el publico, que la pasea por la sala, aunque la parroquia es correcta y la trata con cariño y cuidado. No se nos vaya a romper, al fin y al cabo juegan en casa.