jueves, 5 de noviembre de 2009

Las bestias acabaron con la belleza folk

Hace unos días se publicó la noticia de que una joven cantante canadiense, Taylor Mitchell, murió desangrada por el ataque de dos coyotes, en el parque de Cape Breton.

Parece que iba sola. Desde luego, aunque a esos coyotes les han debido aplicar el tratamiento más expeditivo, lo normal es que los coyotes no ataquen a los humanos, aunque si a otros maniferos. También es verdad que nunca he pensado hasta ahora en la relación humano-coyote y las posibilidades de que me ponga a pasear por Nueva Escocia se podria decir, de una forma positiva e incluso optimista, que son francamente limitadas.
Mentiría si dijera que conocía a Taylor de antes, aunque he tenido momentos en los que durante semanas solo escuchaba música hecha por canadienses (hay para estar toda la vida haciéndolo). Incluso en una época colorista de mi vida decidí escuchar sólo música hecha por pelirrojas canadienses. Sí, es raro -cuando lo comenté en una comida con mis compañeros de trabajo prudentemente evitaron cualquier comentario- pero a veces tienes esas ocurrencias que te obligan a una investigación muy productiva. Lo decidí con el primer disco de la magnífica Neko Case. Lo que pasa es que Taylor no era pelirroja sino morena.
Acababa de sacar esta primavera su primer disco (For Your Consideration) del que la crítica decía que tenía una calidad técnica y unas letras muy poco propias para una chica que acaba de cumplir los diecinueve. La chica era de Toronto y había estudiado desde muy pequeña música y baile. Había sido finalista en el 2008 Mountain Stage Newsong contest y había iniciado una gira por Canadá para presentar su disco. Su última actuación fue el 25 de octubre. Habìa empezado a brillar hasta que su vida sana de joven promesa del country rock acabó a dentelladas en medio de las montañas: que gran decorado para su música y magnífica historia para una de sus canciones, de no haber sido su protagonista!
Hoy 5 de noviembre, a las 3,30, tiene lugar en "Peel" Chapel, Hurontario St., el funeral (no se como se traducirá Service of Remembrance). En fin, he estado dedicando algo de atención a su disco, que no es nada malo y que nos deja con la sensación de que posiblemente hubiera hecho algo memorable en el futuro. That's life. Extraña sensación conocer a alquien precisamente por la razón de que no podrás conocerlo. En fin, quizás en la otra vida? Descanse en paz.