jueves, 23 de junio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

Descanse en paz Clarence

El domingo pasado nos desayunamos con la noticia de que el Big man había muerto por un derrame cerebral. Era joven, sesenta y nueve, aunque en escena le era difícil aguantar el ritmo de Bruce. La verdad es que pocas personas mantenían en el escenario su presencia y su aire majestuoso y antiguo. Como los viejos sabios, como los grandes jefes. Clarence era un chaval a quien su padre, predicador baptista –se repite tantas veces la historia de las raíces religiosas de la música negra!- le regaló un saxofón cuando tenía nueve años. Estoy seguro de que nadie pensó que ese regalo inesperado, posiblemente innecesario y poco apreciado en su momento, fue el que le hizo ser conocido como tan gran hombre y tan enorme músico. Mientras se dedica al fútbol americano, empieza a tocar demandas de jazz. En la Universidad, a la que llega como tantos por el deporte, un accidente de automóvil pone fin a su carrera deportiva. Esa malísima noticia se convierte en la gran oportunidad de nuestro hombre volviera al saxofón.
A partir del 1971 conoció a Bruce y se unió a su banda. No ha habido un Bruce sin ese saxofón. Todas las veces que hemos visto a Bruce, que le hemos oído sin Clarence nos ha parecido que el Boss era mucho menos jefe. Una buena parte de la emoción, la ilusión la alegría y el delirio de sus conciertos se deben a su saxofón y su presencia, que sabía dar un paso al frente en los momentos en los que era necesario. Quedan para siempre su sólo en Born to run, Sherry Darling, badlands, Thurder road, y en tantas otras grandes canciones.
Hace como un dos años Juanpi yo nos fuimos a Valladolid a ver a la E Street Band. Nos alojamos en un buen hotel de las afueras, en el que por estas cosas viales de la vida se alojaba también la banda. Tuvimos ocasión de saludar a muchos de los músicos y a sus acompañantes. Especialmente impactante fue la salida del gran Clarence con su assistant, una chica muy atractiva, que lo acompañaba solicita. El Big man nos saludo con aprecio y nosotros nos sentimos honrados. El concierto del estadio Zorrilla fue otra de las grandes ocasiones de ver a la mejor banda del rock and roll, engrasada y a pleno rendimiento.
Antes nos habíamos encontrado ya en muchos otros conciertos, varias veces en el estadio Vicente Calderón y en la peineta, en el Bernabeu, en San mames y seguramente se me olvida algún otro concierto. En todos, aparte del jefe, la banda –llena de estrellas- tenía un protagonista singular y será el gran Clarence. Como músico de una banda de rock, como músico de yazz, en solitario, en sus discos, especialmente los de los años 80, en todos estos momentos, Clarence se ha ganado su sitio en la historia de la música popular. Descanse en paz. Te buscaremos en el cielo.
Sus cenizas se esparcirán en Hawai, delante de sus cinco esposas. El martes, en su funeral todos cantaron su canción, junto con Jackson Brown, you are a friend of mine
Os adjunto un enlace a sus solos
http://www.huffingtonpost.com/2011/06/18/clarence-clemons-best-saxophone-solos_n_879868.html

domingo, 19 de junio de 2011

Gran concierto de Seattle