jueves, 19 de febrero de 2009

Oasis en Madrid

Nunca fui muy fan de Oasis: me compré, como todo el mundo, su primer disco, que me gustó aunque no le dedique mucha atención. Luego he oido algunas canciones que me han gustado. En particular, he vuelto mil veces a su single Whatever.

Agus me convenció de que teníamos que ir, y finalmente fuimos el miercoles pasado, con Julia, su sobrina. Colas, expectación, mi compañero Iñaki vestido de camuflaje en un garito antes de entrar, llenazo. La música de fondo ponía claras sus intenciones (she loves you o see Emily play de Pink Floyd).

Puntuales aparecieron sonó mientras sonaba Fuckin' In The Bushes y empezaron con una afinada versión de Rock and roll star. No había duda. El sonido era extraordinario, claro y sólido. La actitud, la que exige la ocasión. Liam y Noel estaban seguros y asentados. Las guitarras y las voces perfectas; mucho mejor de lo que me esperaba. El escenario efectivo, con tres pantallas verticales que correspondian a distintas camaras que seguían a los dos hermanos y sus compinches.

En fin, no pude evitar pensar que me encantaria sonar asi en algún futuro ideal y que los rolling stones están muy viejos, viendo a estos hacer su versión más o menos actualizada de los años sesenta.

Repasaron como cinco o seis canciones de su último disco, Dig out your soul, al que yo no había prestado atención hasta ahora y luego se lanzaron a Supersonic, la magnífica Wonderwall (como sonaba la acústica!!), Cigarettes & Alcohol, Slide away o la redonda Morning glory (what's the story...). Liam desaparecía a ratos y dejaba los mandos a Noel (que en realidad no dejo de tenerlos nunca). En uno de esos momentos de intimidad, Noel se quedó con su guitarra empezando el Don't Look Back In Anger, que el público coreó, grito y casi sollozó.

Ellos iban de lo que son, engreidos y desafiantes, pose y mirada, pero esta vez estaban de buen humor y se lo pasaron bien y nosotros también. Los roqueros son asi. Nunca han sido unos buenos chicos de visita, no?

En fin, en el capítulo de homenajes estaba prevista que acabaran con su versión vitaminada de I am the walrus, que me gustó mucho. Para mi un gran final. En fin faltó alguna gran canción, pero fue un gran concierto.

Abrazos, javier