jueves, 11 de marzo de 2010

te quiero igual

Este ha sido otro de esos largos jueves, que empezaron muy pronto y que están acabando más tarde de lo razonable. Todo porque en la cena de mis amigos del colegio, cuando ya estabamos en el gintonic final, ha aparecido nuestro amigo Gonzalo, brillante como siempre, y como siempre, locuaz, de uno de sus viajes, esta vez recien llegado de alguna parte de Andalucia. Abrazos y entusiamo de amigos de hace tanto tiempo!
Mientras llego a casa vuelve a sonar una de mis canciones preferidas de Calamaro, cuyas letras me enganchan, aunque no sea ni Bob Dylan ni Morrisey, una canción que canto con él esta noche y que tiene un título tan simple y definitivo como "te quiero" ... "pero te llevaste la flor y me dejaste el florero"... "me dejaste la ceniza y te llevaste el cenicero"... "te llevaste la cabeza y me dejaste el sombrero" y eso de que "pero igual te quiero".
Esto al fin es una canción; todas son así, amor incondicional. En la soledad, todas las canciones hablan de lo mismo. "No sé si estoy despierto... o tengo los ojos abiertos"
A veces, todo es mucho más simple de lo que parece: basta con decirlo, cantarlo, pensarlo... o incluso quererlo. Y una canción se vuelve una hipnótica declaración de amor. Eso, al fin, son todas las canciones, al menos las de estos jueves tan largos.
abrazos

miércoles, 10 de marzo de 2010

Una huida hacia delante


Hace meses mi amigo Agus me regaló el segundo disco de Sergio Sanz, a quien me presentó hace algún tiempo. Me cuenta que ha metido algunas guitarras en alguna de las canciones y me recomienda su escucha atenta, lo que hice en octubre y he vuelto a hacer ahora. El disco me gustó mucho, pero he ido dejando el momento para traerlo al blog.
Ahora ya no puedo tardar más; es uno de esos descubrimientos que hay que desvelar. Después de disolver su grupo de toda la vida, la Caramba, y de intentar una carrera en solitario, nos presenta un nuevo disco, sorprendentemente cuidado para lo que estamos acostumbrados por aqui, cuando nos enfrentamos a la autoproducción doméstica.

Como cuenta él mismo (http://www.sergiosanz.es/) se ha pasado "más de dos años de autosecuestro en el zulo-estudio de su propia casa con Javier Larrauri". El resultado es un disco brillante que no desmerece del pop británico de siempre, aunque cantado en castellano, y en el que engarza las canciones seguidas sin pausas, en un esfuerzo bastante conseguido, con una pretensión de unidad de todo el disco, que a pesar de todo, es muy variado, lo que se agradece especialmente.
En fin, me gusta el principio "Largas carreteras en mi corazón, vidas de película...". Me gusta la simpatía de la letra de "el que inventó la gaseosa"... "en un rapto singular de inspiración" y luego descubre que todos esos descubrimientos, ya no lo son.
Quizás el mejor momento del disco sea el de "No es necesario gritar". La siguiente "el sistema" es una buena canción con una letra posiblemente menos lograda. Me encanta la entrada guitarrera de "Cambio de pareja", quizás un poco a lo stone o calamaro. Una magnífica canción que hace fácil lo que no lo es en absoluto.
En fin, una buena oportunidad de conocer pop español de calidad, que le puede gustar también a esos amigos que oyen la música en los ascensores o las peluquerías. No todo está perdido. Javier

martes, 9 de marzo de 2010

El "valenciano" Josh Rouse presenta nuevo disco en el Joy.

Hay que reconocer que Josh Rouse es un tipo sin complejos. Su historia es bien conocida: rockero californiano cuyos primeros discos ("1972", "Nashville") son recibidos por la crítica internacional ("Mojo", "Uncut") con los mayores parabienes, conoce chica de Altea, se enamora perdidamente, se afinca en el levante español y cambia por completo de rumbo. Los aires meditarraneos se dejan sentir en su música y sus nuevos LPs -mucho más reposados, alegres y luminosos- son masacrados por esos críticos que no entienden que la felicidad puede ser también una fuente de inspiración para algunos artistas.

Me temo que el nuevo disco, presentado el jueves pasado en Joy Eslava, es otra vuelta de tuerca que dejará a más de uno totalmente descolocado. Bajo el título "El turista", el disco es una proclamación de amor a las tierras levantinas, con cuatro temas al menos cantados en ... español! Y para dejar testimonio de su nueva fe, el bueno de Josh Rouse compareció en la Sala madrileña con una espléndida banda compuesta de 2 valencianos (bajo y guitarras) 1 andaluz del Puerto de Santa María (bateria) y 1 teclista de Barcelona, creo. La cosa iba muy en serio: el concierto se abrió con una nana cantada en español de la que apenas se pudo entender algo así como que su "mama está en el campo" y que "le va a traer regalitos". A partir de ahí una sucesión de temas en nuestro idioma en los que de vez en cuando se entendía alguna frase del tipo "soy un artista mundial" o "Valencia, ciudad de la playa" o "sigo las voces". También una canción de aires tropicales, con el mar al fondo, y que se titula "Lemontree". Entre medias, afortunadamente, se dejaron oir algunas perlas de su repertorio anterior: "The man who doesn´t know how to smile", "Flight Attendant" (con ese surrado estribillo: "such a preaty boy"), "His majesty rides", "Summertime" y "Quiet town", con la que puso final al primer set.

Con los bises nos regaló Josh Rouse un nuevo concierto. Salió él sólo con la guitarra para entonar el memorable "Comeback". Siguió de esa guisa con el clásico "Winter in the hamptons". Se sumó el teclista para afrontar los dos a la par el imperecedero "1972" . Y la banda al completo remató la faena con "It´s the nighttime". Ni que decir tiene que estos cuatro temas, sin desmerecer al resto, valen por toda la noche. Ah y Josh Rouse estuvo después firmando discos en una mesa: qué tio más bajito para tanto talento!!!
Antonio C