
martes, 19 de enero de 2010
the dark side of the moon, tanto tiempo después

domingo, 17 de enero de 2010
Una bestia noble y una gran noche

Ayer dimos quizás el mejor de los conciertos que hemos dado. El sonido fue excelente. La gente, que abarrotaba el local, estuvo bailando y cantando todo el rato y desde luego para todos nosotros fue uno de los conciertos en los que lo hemos pasado mejor, más sueltos y libres. Vino además muchas gente que no nos había visto hasta ahora, pero que había oido hablar de nosotros. Tocamos dos horas y después nos quedamos un rato más tomando copas. Apenas he dormido; llegué a casa y me puse a tocar otro rato: no podía dormir. Esta mañana temprano he ido a recoger a Peter que viene de Washington (aunque seamos Seattle, esta vez no nos referimos a ese Estado) a pasar tres semanas con nosotros.
Esta tarde he estado revisando algún disco para momentos de tregua, para días en los que uno está para el arrastre. Hoy recomiendo, desde luego, el último de Andrew Bird, Noble beast, uno de los discos que retener del año pasado.
Pop optimista y elegante, de un chico de Illionis que a cada disco parece alejarse de sus inicios en el swing y el jazz, desde su primer disco en solitario, The Weather Systems de 2003. Música para iluminar un día gris. Los coros cuidados y los silbidos llevando los estribillos, así en el Oh no, que abre el disco. En fin, me encanta la sensación del Fitz&Dizzsyspells, preciosa para caminar o conducir. Un disco que esconde la complejidad en un envoltorio agradable que parece tan fácil!
Esos coros de Effigy, … if could be you…. Las entradas de las guitarras de Tenuosness… o de natural disaster, o el paisaje de anonanimal, guitarras, violines y acordeones. Que no se nos pase una gran canción como the privateers.
En fin, un gran disco. Abrazos. Javier