martes, 19 de enero de 2010

the dark side of the moon, tanto tiempo después


En otra noche casi en blanco, que es la cuarta seguida, me fijo en la versión del imprescindible disco de Pink Floyd que han perpetrado los Flaming Lips, con otros músicos como Henry Rollings. Una vez recuperado de la sorpresa inicial, la verdad es que muy pocos podrían recrear un disco tan esencial, sin caer en la ñoñeria, aunque para eso la versión termine por ser inmisericorde y arisca.

¡Es tan fácil quedarse en una caricatura del Us and Them! algo que sólo sirva para oir (que no escuchar) en el ascensor en uno de esos edificios inteligentes, en una muestra más del profundo terror al silencio que tenemos hoy.

En fin, los Flaming lips son unos chicos alucinados de Oklahoma que llevan ya muchos discos y conciertos. Los he visto varias veces y siempre son memorables. Me acuerdo de la sorpresa que fue el Hit to Death in the Future Head, el primer disco que me compre de ellos en el 1991. Despues han hecho grandes cosas, dentro de una cierta extravagancia, a veces ruidista, que llega a ser en ocasiones hasta elegante. Del gran disco Soft Bulletin, -su mayor éxito comercial, del 99- en linea con sus inevitables semejantes los Mercury Rev, que vivieron los ochenta en una luna más allá de la galaxia, hablaremos alguna vez. Tambien del estupendo disco de Flaming Lips del otoño pasado, Embryonic.
Es música seguramente para noctámbulos atormentados, como yo en los inicios de este 2010. Javier

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