sábado, 31 de diciembre de 2011

Microbios y mosquitas muertas, y feliz 2012!

Hace años, en la selva de Venezuela, así como pasado el Orinoco a la izquierda, en Canaima y alrededores, Inma recibió el ataque de los zancudos (mosquitos bombarderos de aspecto feroz, sonido inquietante y temibles efectos) y desde luego aunque no solo en Canaima, de los moscones. En una de sus piernas, llegue a contar más de sesenta picaduras; en otras perdí la cuenta. Posiblemente si la hubiera enviado a Houston hubiera iniciado una carrera triunfal como cobaya humana, aunque finalmente optó por la maternidad, actividad desaconsejada para este tipo de trabajos.

Volvía yo feliz de las caminatas selváticas, libre de picaduras, aunque con algo de mala conciencia…, ya fuera porque siempre que la encuentro, la tengo mejorable, o ya por eso de que Inma me sirviera de escudo humano. Aunque la verdad que cualquier insecto o bicho lógicamente prefería una joven rubia de ojos verdes, delgada y turgente a un… a mi, vamos!

Ahora, tantos años después, resulta que yo no era despreciado por los parásitos por mi aspecto o mi olor. Estudiosos de una Universidad internacional, esta vez europea, que no se cual es, ni me importa tanto, han concluido que son las bacterias en la piel, su pinta y su diversidad (al parecer hay varias), las que atraen los bichos. Las insectas (insectos hembras) huelen los microbios y ahí donde encuentran, pican. Otra cosa que queda por fin demostrada es que los microbios huelen, o que las hembras huelen a los microbios. En la experiencia parece claro que los bichos –sea cual sea su especie- prefieren morderlas a ellas. No hay duda; estas alimañas hembras descubren microbios en otras hembras, ya sea porque prefieren oler a sus congéneres, ya sea porque a las mujeres les huelen más los microbios, o porque nosotros tenemos menos, no nos huelen tanto los gérmenes, o su olor queda velado enmascarado por otros olores, de pies u otros elementos.

Estos investigadores han descubierto que las personas con más bacterias por centímetro cuadrado atraen más a los bichos, aunque parece que algunas bacterias tienen un olor que confunde a los mosquitos y les despistan. Hay unos estafilococos que en cambio parece que les encantan a las mosquitas (ya decía mi abuela: ríete tu de las mosquitas muertas!). Y luego están las colonias y perfumes que se ponen en abundancia y que atraen igualmente. Total que se recomienda no ponerse colonia y, si se puede, cambiarse los microbios de la piel, lo que a simple vista, me parece más complicado.

Luego al final uno se entera que todo esto fue por un estudio a cuarenta y ocho tios que no podian ni ducharse … y llevaban calcetines Abanderado de nylon; así a cualquiera le huelen hasta los microbios! Tampoco podían ni beber alcohol ni comer ajo, cebolla o bebidas picantes, para que solo olieran a bacteria!! Que cantidad de colgados hay por el mundo… hay gente pa tó.

En conclusión, ante el final de año este enigma queda por fin resuelto; es verdad que había otros más acuciantes (¿adonde van los calcetines sueltos?) pero, de pequeñísimos pasos como el de hoy, la civilización ha llegado a donde está, sea donde sea.

Un abrazo: Feliz 2012! Javier