martes, 26 de enero de 2010

música para los largos jueves


Después de tantas felicitaciones recibidas por mis últimas actuaciones como discjockey, me decido a grabar un nuevo CD para mis amistades que recoja unas cuantas de las canciones que pongo habitualmente y que no se han caído de mi lista de éxitos de los últimos años.
Grabar es un ejercicio siempre difícil que exige concentración, unos pocos minutos de tranquilidad y una idea clara de a quien le estas grabando el disco y que le quieres decir, que siempre hay algo que decir, aunque sea sólo que celebro que seáis mis amigos.
Hay que elegir cosas que le puedan gustar y sin embargo que exijan cierto compromiso con la escucha. No basta agrupar una fácil lista de éxitos comerciales sin discriminar; la música que te suena porque la ponen en un anuncio (los anuncios son hoy el medio de información musical más utilizado por unos cuantos de mis amigos… glugs! por eso empecé este blog), o la que ponen en una emisora que repite inmisericorde los mismos treinta éxitos ñoños de hace veinte años, que tampoco me gustaban entonces.
Hay que mantener la tensión, sin que presión la rompa; en muchos casos el acercamiento al pop, el rock o el jazz, es tan falto de fijación como cuando se va al cine a ver cualquier éxito de taquilla olvidable antes de recoger el coche del parking del cine, o se lee el best seller, sin fotos eso si, que se anuncia ese trimestre. Claro que la primera regla para regalar un CD es que quien lo reciba lo merezca y eso incluye que sea capaz de apreciarlo.
Una vez puesto a la obra, la primera canción tiene que empezar fuerte y mostrar el camino. Una gran canción de pop inglés, Monday morning 5.19 de Rialto. Hemos dejado claras las intenciones y ahora no podemos bajar. Otra canción para quemar la ciudad, Tonight The Streets Are Ours, de Richard Hawley, me gusta ponerla en el coche cuando nos vamos de marcha. Los suecos son imprescindibles, Irene con by your side. El pop norteño y elegante de The Divine Comedy, con a lady of a certain age. Me está saliendo un disco amable y quizás nostálgico. El escocés Lloyd Cole, sin los Commotions. Desde luego no podemos caer en la melancolía, además hace un fantástico día de mucho frío pero mucho más sol. Seguimos en Escocia; Camera Oscura y Belle and Sebastian.
Nuestro Josh Rouse tiene dos de sus grandes canciones Winter in the Hamptons y la romántica Under your charm, de su disco 1972. Siguen dos chicas Laura Veirs y Michelle Branch con you get me, que aparece en la banda sonora de What a girl wants. Vaya si que me estoy dejando llevar por los buenos sentimientos. Sufjan Stevens tiene una de sus grandes canciones del Illinois. Vamos animándonos: El éxito de Catch my disease de Ben Lee –no íbamos a olvidarnos de los australianos. Ni vaya! de los canadienses; We both go down together, the Decemberists. En fin hay dos grandes canciones de Benjamin Biolay y de Bart Davenport. Me encanta la banda sonora de Closer, the blowers daughter, de Damien Rice, el momento más íntimo del disco: And so it is, just like you said it would be, life goes easy on me… I can't take my eyes off of you…
El final tiene que ser redondo; de pronto miramos al cielo y volvemos a Suecia con una perfecta canción de pop, el sol siempre brilla en TV ; los suecos de Tribeca lo deben saber muy bien.
Al final todo es otra hisoria de amistad o incluso de amor.
Abrazos javier