viernes, 4 de diciembre de 2009

Un dia glorioso de santo

El 3 de diciembre, dia de San Francisco Javier, el dia de mi santo, ha sido otro de esos largos jueves.
Empezó muy temprano. Me desperté sobre las seis y media, aunque no me había acostado pronto, como con prisa, con más ganas de lo habitual de empezar el día, quizás presintiendo sorpresas y descubrimentos...
Ya estaba trajinando por Madrid a las 7 y media. La semana está siendo como la que corresponde a esta época, en la que todo el mundo está deseando terminar antes de que se acabe el año todo lo que se le ha ocurrido desde el verano y no ha empezado todavía.
Después de una mañana larga y liosa, me fui a comer a un buen sitio de Claudio Coello con Nacho (ahora también conocido como reverendo Fairfield) y Gloria para revivir viejas aventuras y volver de algún modo a ser los felices compadres bursátiles. Les agradecí grandemente la felicitación por mi santo que, aunque se la tuve que recordar, no por poco espontánea fue menos entusiasta. Las zamburriñas, pulpo y demas exquisiteces estuvieron a la altura conocida. El albariño también. Incluso un Matusalem con algo de zumo de naranja y zero fue un perfecto colofón a nuestra risueña tertulia. Hablamos de Panamá, de cuándo hacemos algún viaje, del teatro, de la noche, y también del dia, y de otras tantas cosas que permanecen y permanecerán en el secreto de los concurrentes, aunque no estoy tan seguro de que las risas y el alboroto de nuestra mesa no animara a alguien más a poner el oido.
Por la tarde después de la oficina, me fui a la reunion del Apa del colegio, en la que mis más o menos imaginativas propuestas –un grupo de teatro, entre otras- no fueron demasiado tomadas en consideración….
Fui a casa y después de estar un rato para felicitar a Javi, me fui al cacique a una cena de compañeros del colegio…. Lo que paso es que al llegar nuestra mesa estaba ocupada por un grupo familiar entrañable y numeroso: no habia nadie del colegio por allí.
En mi sorpresa, el metre me pidió que lo siguiera a otra mesa donde ... estaban Jose María y Nacho con dos mujeres (las suyas) : Silvia y María José.
"Qué sorpresa, … vienen las mujeres a esta cena?" "No tio, resulta que hemos quedado el jueves de la semana que viene… has venido una semana antes"
Insistieron en que me quedara con ellos, me invitaron a cenar (dude entre un ibuprofeno o un gran solomillo, que fue lo que al final pedi…)
Grandes momentos. Coñas diversas y copa final en la fiesta de un gimnasio en un conocido garito, entre tipos musculosos y monitoras marchosas…
En fin, otro largo jueves, sin duda
abrazos

martes, 1 de diciembre de 2009

Fotos de una gran noche de rock and roll









Tenemos ya programados dos conciertos, uno esta Navidad en Torrelodones y otro en el Rei Louie, en Majadahonda, el 16 de Enero. Espero veros en alguno. Abrazos






El niño de los Parker, Cantona y Ken Loach

El sábado por la tarde estaba preparando un post sobre uno de los discos con los que abrigarse en los albores del invierno, cuando nos fuimos a un teatro amateur a presenciar la representación del Niño de los Parker, de la compañía de mis amigos Nacho y Carmen (hoy el Reverendo Fairfield y Miss Sullivan). Hacia casi dos años que se les notaba cambiados. Mi amigo, ilustre abogado, se levantaba presto y con el dedo desafiante decía eso de … “y mucho más, es un… reptil moral!” … y volvía y seguíamos cenando o tomando copas (tales demostraciones nunca se produjeron como consecuencia de la ingesta, como algún lector poco informado podría llegar a suponer… eran simplemente la demostración del rapto que las musas suelen hacer con las almas más sensibles como la de Nacho) .
Después de abrazos y felicitaciones (y promesas de una carrera llena de éxitos, uno en el cine de autor y la otra en la comedia picante) nos fuimos al cine a ver Buscando a Eric, la nueva película de nuestro viejo conocido Ken Loach.
Para los aficionados al rock ingles, al pop, a Londres, y en general a la cultura británica (incluyendo Edimburgo, una de las mejores ciudades para perderse de todo el mundo), Ken Loach me parece un referente cercano y eficaz.
Lo descubrí en la buenísima Agenda oculta, de 1990, sobre la actuación de la policía británica en Irlanda del Norte. Me gustaron Riff Raff y la que es casi mi preferida Lloviendo piedras, con pobre padre parado católico que se empeña en que su hija tenga un traje de primera comunión. Luego Ladybird, Ladybird y siguen unas cuantas más. Películas con mucha carga social, cuya dureza no empaña un mensaje optimista que se basa en la importancia de la amistad dentro del grupo o de la familia. Esta es una película muy simpática, que podría considerarse su comedia, en la que futbol tiene cierto protagonismo, con apariciones recurrentes de un verdadero Eric Cantona, al estilo del Humphrey Bogart de Sueños de Seductor. Al fin y como siempre, encierra la historia de unos amigos, está vez carteros de Manchester, y también de un amor recuperado después de treinta años. En fin, una historia de salvación. Para mí una magnífica película llena de esperanza.