martes, 9 de marzo de 2010

El "valenciano" Josh Rouse presenta nuevo disco en el Joy.

Hay que reconocer que Josh Rouse es un tipo sin complejos. Su historia es bien conocida: rockero californiano cuyos primeros discos ("1972", "Nashville") son recibidos por la crítica internacional ("Mojo", "Uncut") con los mayores parabienes, conoce chica de Altea, se enamora perdidamente, se afinca en el levante español y cambia por completo de rumbo. Los aires meditarraneos se dejan sentir en su música y sus nuevos LPs -mucho más reposados, alegres y luminosos- son masacrados por esos críticos que no entienden que la felicidad puede ser también una fuente de inspiración para algunos artistas.

Me temo que el nuevo disco, presentado el jueves pasado en Joy Eslava, es otra vuelta de tuerca que dejará a más de uno totalmente descolocado. Bajo el título "El turista", el disco es una proclamación de amor a las tierras levantinas, con cuatro temas al menos cantados en ... español! Y para dejar testimonio de su nueva fe, el bueno de Josh Rouse compareció en la Sala madrileña con una espléndida banda compuesta de 2 valencianos (bajo y guitarras) 1 andaluz del Puerto de Santa María (bateria) y 1 teclista de Barcelona, creo. La cosa iba muy en serio: el concierto se abrió con una nana cantada en español de la que apenas se pudo entender algo así como que su "mama está en el campo" y que "le va a traer regalitos". A partir de ahí una sucesión de temas en nuestro idioma en los que de vez en cuando se entendía alguna frase del tipo "soy un artista mundial" o "Valencia, ciudad de la playa" o "sigo las voces". También una canción de aires tropicales, con el mar al fondo, y que se titula "Lemontree". Entre medias, afortunadamente, se dejaron oir algunas perlas de su repertorio anterior: "The man who doesn´t know how to smile", "Flight Attendant" (con ese surrado estribillo: "such a preaty boy"), "His majesty rides", "Summertime" y "Quiet town", con la que puso final al primer set.

Con los bises nos regaló Josh Rouse un nuevo concierto. Salió él sólo con la guitarra para entonar el memorable "Comeback". Siguió de esa guisa con el clásico "Winter in the hamptons". Se sumó el teclista para afrontar los dos a la par el imperecedero "1972" . Y la banda al completo remató la faena con "It´s the nighttime". Ni que decir tiene que estos cuatro temas, sin desmerecer al resto, valen por toda la noche. Ah y Josh Rouse estuvo después firmando discos en una mesa: qué tio más bajito para tanto talento!!!
Antonio C

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