jueves, 4 de marzo de 2010

otro jueves

He comido en el paraguas (gran sitio, buen jamon, tartar de atun, extraordinarias colmenillas rellenas de foie, arroz con almejas y vieiras, quesos artesanos asturianos, estupendo vino vallegarcia y london gin) , con mi amigo Juan, bancario ilustre y antiguo colaborador (quien lo iba a decir!) del Buho, programa emblemático que nos acompaño todas las noches -y madrugadas- de los finales de los setenta y principios de los ochenta en el que llegamos a cantar una noche en la que ibamos algo ciegos Alberto, Alfonso, Juan Carlos y yo. Cantamos mi primera canción conocida, un rockandroll, que se titulaba "Que venga la Cantudo y que nos enseñe el culo". A estas alturas, reconozco lo simple, aunque efectivo, del mensaje. Hemos hablado de Paco Perez Brian, novio en su momento de luz Casal, y de su éxito el ascensor. También del profesor y de los colaboradores habituales del programa.
Mi segunda canción se llamaba "preferimos las tias a la filosofía". Básicamente eran canciones en las que el priapismo adolescente se imponía a otro tipo de desarrollo intelectual.
Me he perdido un buen concierto de nuestro amigo Josh Rouse y en parte, me siento culpable de haber fallado repetidamente a todas mis citas esta semana. Al menos he terminado en estas noches, un libro encantador regalo de mis más encantadores amigos Felipe y Nazareth, Llenos de vida de John Fante, que me ha hecho recuperar un optimismo razonable en el ser humano. abrazos
Javier

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