lunes, 23 de mayo de 2011

Un sueño de París; Midnight in Paris de Woody Allen


Tenía unas buenas referencias de amigos de los que me puedo fiar en el cine (hay amigos de los que te puedes fiar en el sentido contrario; si les gusta a ellos, tú ya sabes que no debes ir). Al parecer Midnight in Paris era la película que ver este fin de semana. Otra vez acertaba Allen, aunque no estuviera presentando otra Breakpoint.

Paris era una fiesta y de eso trata precisamente la película, ... de Paris (los primeros minutos son elocuentes). Una familia americana acompaña al padre a un viaje de trabajo. El retrato es como siempre hilarante y crítico. El novio de la chica, un escritor de guiones de algún éxito, se enfrenta a su dilema artístico y París explota. La futura suegra repite simplonamente que lo barato, ya se sabe; es barato. Finalmente, un pedante, el novio preferido por la familia, que parece que sabe de todo y que es más valorado por su audiencia cuanto menos sabe ésta.

Es la película de los sueños y ... donde mejor soñar? La nostalgia y la vuelta a un pasado mejor; los años veinte,... la belle epoque,... el quattrocento, quien sabe a donde puedes llegar! de la mano de la guapa Marion Cotillard (Adriana), un hada moderna!

Tantas veces nos hemos planteado los amigos que ya no se hace la música que se hacía en los 60 y los 70, y no hay duda de que ya no existen los Beatles ni Led Zeppelin. La nostalgia como una simple negación de la realidad. Nos acordamos de un pasado en el que ya hemos eliminado los malos recuerdos o pretendemos un futuro en el que sólo nos quedamos con expectativas, sueños y fantasías, porque en este presente siempre se quedaría lo peor.

En esto, nuestro protagonista se da de bruces con la ilusión y, ante ella, sólo cabe vivirla. En fin, una estupenda comedia simpática y optimista, aderezada por la música de Cole Porter, al fin uno de los más grandes músicos del pop; ¿suena raro? pero es que lo es; algún hablaremos de la tradición del pop, que no es la del rock o el soul!

La fascinación de Paris a mi me llegó muy tarde, cuando por razones de trabajo empece a ir cada trimestre a unos Consejos de un Banco allí. La primera vez que fui, estábamos entrando en octubre y me impresionó el color de la luz en la Isla, los cafés y su gente, los grandes paseos y las avenidas de una ciudad hecha para ser la capital del mundo. Esos días me enviaron a una entrevista que se iba a transmitir por televisión sobre un tema que el que me enviaba no conocía ni yo tampoco, por supuesto. Se trataba de explicar el compromiso de los bancos en proyectos de investigación biotecnológica. Como nadie tenía mucha idea de cómo explicar aquello, lo mejor era mandar a alguien que, en su ignorancia y atrevimiento, diera sensación de seguridad. El escenario era redondo y muy amplio, daba vueltas en mitad de una gran sala circular en el que se sentaba un público numeroso. El que me preguntaba era un auténtico presentador de televisión. Sentados muy cómodamente en unos sofás, él preguntaba y sonreía, y yo reía y agradecía mucho las preguntas. Ni él sabía lo que yo decía, ni yo tampoco lo entendía a él (aunque las preguntas me las había dado antes). Seguramente por eso la conversación fue tan fluida y entretenida.

Recuerdo la cena en la antigua casa de Lafallette, el Budha y el constante callejero de esos días: Nos alojamos en el hotel Bristol, que -eso si que es una gran casualidad!- es el mismo en el que se aloja la familia de la película!!

Luego volví muchas veces a lo largo de los siguientes años, de manera que llegó un momento en el que empecé a conocerla algo más y, claro! quererla; entiendo por tanto ¡tan bien! que París pueda ser una ensoñación.

Dejo en este blog una magnífica versión de la gran Ella de una de las canciones estrella de la película, que está en su disco Cole Porter songbook. Let's do it, let's fall in love. Abrazos. Javier

No hay comentarios: