jueves, 15 de octubre de 2009

Mark y Nacho, una estupenda velada

Al fin fui capaz de llegar en coche al Joy Eslava, en la calle arenal, pegado a Sol y por tanto un sitio de acceso digamos especial, gracias a los desvelos de nuestros munícipes -preolímpicos in aeternum- y la desinteresada colaboración de todos nosotros. La pista estaba llena de mesitas en un grato ambiente de club. No mucha gente que venía fundamentalmente a ver a Nacho Vegas.
Después de que unos chicos esforzados de aquí (dos guitarras y batería) abrieran fuego con una propuesta que poco tenia que ver con el tema del festival (y se pasearan después por las mesas tratando de vender su CD a cinco euros), apareció Franz Nicolai, teclista de un grupo de algún éxito The Hold Steady, como showman impecable de la época de Charlot. Desde luego tiene tablas pero contar historias humorísticas en inglés y cantar canciones de cabaret con un acordeón o un banjo, no te asegura el éxito lejos de New York.
A continuación Mark Eitzel con su pianista. El antiguo punki se inclina ante el público al entrar y luego al despedirse. Saca su voz y canta a San Francisco. En mi ciudad todo sigue como lo dejé. Luego varias seguidas sobre su chica. Nos cuenta sonriendo cuando llegó tarde a casa por un enorme atasco porque había pasado algo. “Cuando llegué a casa estaba distraída escuchando en sus cascos el disco que yo había compuesto para ella”.
Se le ve feliz a sus cincuenta. Hace una gran versión de Mr. Jones. Debe incluir alguna del nuevo disco Klamath, que no identifico, aunque si nos canta algunas de sus piezas más clásicas tanto en solitario como con su American Music Club. Modula su voz y acerca y aleja el micro. La verdad es que le oímos muy bien sin micro. En una canción Franz se une al pianista, sube con su acordeón y le hace coros a Mark, en el mejor momento de toda la noche.
Nacho Vegas sale con sus acompañantes conocidos, pianista y percusionista. Presenta algunas de canciones del manifiesto desastre y de su primer disco después de Manta Ray, y posiblemente mi preferido, Actos inexplicables , de la que canta lady carrousel, una version de Dylan que me gusta mucho. Aparece también el pobre Ezequiel. El sonido limpio y las letras -ahora no las descubrimos- eficaces. Sobre las once y veinte se va. Si, ha sido una estupenda velada. Javier

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