lunes, 20 de julio de 2009

LUCINDA WILLIAMS, POR FIN EN MADRID, VIVA EL JOY ESLAVA!


La proliferación ingente de conciertos en Madrid durante las últimas semanas dificulta la separación entre la paja y el grano y nos vuelve indiferentes ante los verdaderos acontecimientos musicales. La visita a España de Lucinda Williams, por primera vez en su carrera y en un momento de plenitud artística, es un lujo que no puede pasar desapercibido. Hablamos de alguien que ha dado a luz 3 de los álbumes más emblemáticos de la música norteamericana de los últimos 20 años - "Car wheels on a gravel road" "Essence" y "World without tears"- y que todavía es capaz de sorprender a los críticos con esa última joya titulada "Litle Honey". ¿Cómo resistirse al encanto de "Jaylhouse tears", acompañada de Elvis Costello, "Plan to merry", sola con la acústica, o "If wishes were horses"? Un gigante, vaya, capaz de extraer los mejores sabores de todos los "palos" de la música americana y de seducirte con una voz arrastrada y versos

Para su concierto en Madrid del sábado pasado Lucinda dejó de lado su vena más folk y country y apostó decididamente por el rock´n roll. Algo tiene que ver en el cambio la espectacular banda que le acompaña: lleva por nombre Buick 6 y fue capaz de ofrecernos, como teloneros, el más vibrante rock instrumental que se ha oido por estos lares en mucho tiempo. Después, casi puntual, irrumpió en escena Lucinda ataviada con tejanos, camiseta negra de tirantes y un par de tatuajes en el brazo bastante inesperados, todo hay que decirlo. Abrió el concierto con "Real Love" y "Right in time" y a partir de ahí empezaron a sonar sus temás más electrizantes: "Tears of Joy", "Drunken Angel" "People talking" o "Come on". Para mí el climax del concierto vino con 3 de sus clásicos imperecederos: "Pineola", "Real Live Bleeding Fingers and broken guitarrs string" y un incandescente "Essence". En el tramo final una desmadrada "Honey Bee", de su último disco, y el habitual "Joy" con que cierra sus conciertos. Para los bises,una versión desacomplejada de "It´s a long way to the top if you wanna rock´n roll" de los AC/DC. Después, sola ya en el escenario, acústica en mano, cuando cada cual especulaba con qué balada pondría broche final al concierto -"Overtime", "Blue", "I envy the wind"...- va Lucinda y nos sorprende a todos interpretando en ¿español? el tema de Violeta Parra "Adios, corazón amante". Bonito gesto, quién lo duda, pero que nos dejó a todos con la miel en los labios! Gran ambiente en el Joy Eslava: parroquia entregada al magisterio de una de las grandes. Qué siga la fiesta!

Antonio

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