martes, 10 de marzo de 2009

El dia en que la música murió

Como habíamos anunciado, en este blog no debíamos olvidarnos de que acaban de cumplirse los cincuenta años desde the day the music died, como decía Don Mclean en su archifamosa (necesaria, aunque te guste el death metal) American Pie, en 1971. Desde 1956, la carrera de Buddy Holly, había ido creciendo y estaba en su momento culminante, a sus veintidós años y una vez cerrada la etapa de The Crickets, que le puso en el cielo, como cantante y como guitarrista. Acababa de dar un famoso concierto en New York con la orquesta de Dick Jacobs y se confirmaba como la próxima big thing. En Texas –era de un pequeño pueblo llamado Lubbock- había pasado pronto del country al rockabilly y estaba cruzando el camino entre el rock& roll y el pop.
Se estaban comiendo el mundo y se habían embarcado en una extenuante gira ese invierno: veinticuatro ciudades en muy pocos dias.

Después de tocar en Clear Lake, Buddy contrató, la noche del 2 al 3 de febrero de 1959, una avioneta para hacer el viaje. Como tantas veces la providencia o la suerte tuvieron su parte en el desenlace porque Ritchie Valens (Ritchie Steven Valenzuela) de 17 años y que era famoso por Donna o por su versión de la Bamba, le ganó el sitio en avión a Tommy Allsup, uno de los músicos de Buddy. Imagino que cuando estas helado y cansado, salir en avión y llegar pronto para descansar, lavar la ropa, cambiarte y prepararte para el próximo concierto es lo mejor que te pueden ofrecer. Eso, si no te matas, claro.
En fin, esa noche, poco después de salir, Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper murieron en un accidente. En medio de una tormenta de nieve, su avioneta de 4 plazas (con el piloto Roger Peterson) se estrelló en un campo de maíz en el estado de Iowa.

Mientras, Tommy Allsup y Waylon Jennings, que acompañaban a Buddy, iban con los demás músicos en el autobús, helados, sin calefacción, y seguramente envidiosos de la suerte de sus compañeros.

Desde la primavera de 1956, Buddy había grabado un buen puñado de grandes canciones. En el estudio de Norman Petty en Clovis (Nuevo México), hizo su primer gran éxito That'll Be The Day, al parecer inspirada en la película Centauros del desierto. En fin, that'll be the day, when you say goodbyeYes, that'll be the day, when you make me cry. You say you're gonna leave, you know it's a lie'Cause that'll be the day when I die (es mentira que me vayas a dejar porque ese dia moriré)

También muchas otras, Peggy Sue, Oh boy!, Not fade away...

Su influencia ha sido extraordinaria, de modo que desde los Beatles a Elvis Costello, el gran Marshall Crenshaw, o los Clash, o el entrañable Jonathan Ritchman, o Radiohead o Weezer, han proclamado su deuda. Descanse en paz. Abrazos. Javier

2 comentarios:

Unknown dijo...

Se agradece la erudición, el estupendo cartel y el tono general del texto.
Have a nice day (que mi inglés no me da para mucho más)

javierzaci dijo...

Jesus
espero verte este fin de semana y poder tomarnos unas cañas a la salud de todos estos o de sus nietos, mientras todo el mundo esté preocupado por el partido del siglo que toque este sabado (todos hay uno)
un abrazo