jueves, 4 de diciembre de 2008

Ron Sexsmith en el Sol




Después de todo un martes dia 2 de diciembre con dolor de cabeza y sensación de hartazgo (seguro que tengo otra palabra más expresiva para decirlo, pero vamos a dejarlo así) a las nueve llegué a casa y, una vez duchado y tomada la dosis recomendada de ibuprofeno, me encaminé a la sala el Sol. Al lado han puesto el típico bar de montaditos y allí quedé con amigo Pablo a las diez (el mismo con el que hable hace muchos años de Ron, después de un concierto de JM Granados en Clamores). No había problemas para encontrar entradas y, como otras veces, no siempre, a Pablo lo encontré al final del concierto.

A las diez y media en punto (los del Sol se han reformado; ahora no tienes que estar de marcha hasta las tres para ir a un concierto allí) salieron dos chicas con sus acústicas y su violin, que cantaban bien y estaban mejor, que contaron que han sacado dos cds que luego ellas mismas vendían en el puesto que tenían montado (luego me acerque pero no me compre ninguno). Nos dijeron que les diéramos nuestro correo electrónico y nos mandarían noticias y fotos. Seis canciones de folk canadiense por estas dos que se llaman Madison Violet. Llevaban de gira como dos meses y venían a España para por fin poder quitarse el abrigo y les sorprendió el frío de Madrid (algo así me pasó a mí la primera vez que fui en invierno a Bogotá, con un polo y una camiseta, existe el frio en -la caribeña, para mí hasta entonces- Bogotá).

A las once y cuarto salió Ron que tocó una hora y cuarto. Traía su acústica y un piano (bromeó sobre lo bueno o no tanto que era) y su bajista. Algo retraído al principio, poco a poco fue integrándose en el público, bromeando y hasta atendiendo alguna petición. Empezó tocando una de sus antiguas y famosas canciones There is a rhythm, en el que menciona a un batería y pensé que era una pena que no lo hubiera traido (luego se lo perdoné; es la crisis).
En fin, lo mejor de él es su voz y sus canciones. De eso tuvimos mucho y muy bueno el martes por la noche. Haciendo un poco de memoria, tocó como cinco canciones del estupendo nuevo disco Exit Strategy of the Soul (Brandy Alexander y otras) del que él mismo dijo que en la grabación había tenido una orquesta detrás –en la Habana- y que echaba en falta los vientos. Tocó el From now on, Tell me again del Blue boy, God loves ever y, con el piano, el Gold in them hills, esas dos del famoso Cobblestone Runaway. Del Retriever, Tomorrow in her eyes y For the driver. Never give up del Time being. Una vieja canción Strawberry blonde, que presentó hablando de cuando él era un chaval y sobre la chica de la que habla la canción.
Hablamos de Ron hace no mucho en este blog. Es una referencia obligada, al menos para los fieles –público gourmet- que nos congregamos allí. Pablo, Mari, una chica de Mallorca que lo verá este fin de semana y que prometió meterse en el blog (espero que nos hagas la crónica del concierto allí de este fin de semana), Carolina y muchas caras conocidas. Una buena noche para celebrar mi santo, el dia 3.
Abrazos. Javier

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