Después de
una polémica estéril sobre si había o no mula y buey en el portal de Belén (ya
hay una mula y un buey en todos los nacimientos, al menos en todos los
“completos”, y si hace dos mil años a las doce en punto no estaban allí
mismo, no debía ser porque no hubiera un montón de mulas y bueyes por los
alrededores,… como todo, dependió del momento en que sacaran la foto), por fin
hay una noticia de alcance, que excede con mucho de los limitados confines de
la actualidad momentánea y económica.
Definitivo:
los reyes magos eran andaluces, y más en concreto, y sintiéndolo mucho por los
penibéticos, eran de la Andalucía occidental, según Ratzinger,
tan leído, que en esto es autoridad mundial, qué digo mundial, … universal, y también,
como todo bávaro, bebedor de cerveza (desconfiemos de quien no beba, aunque…
tampoco confiemos ciegamente y siempre en quien lo haga!).
Concretando,
parece claro que los reyes magos eran de Tartessos, un reino que estaba por
Cádiz, hace más de tres mil años. En aquel momento el mar llegaba a
Villamanrique de la Condesa, que era un campamento tartésico y tenía por lo
menos una estela que se ha encontrado (si escarbas por ahí te encuentras
conchas de antes de Cristo), donde estuvo de médico mi tío Antonio.
Melchor y
Gaspar parecen indudablemente gaditanos, .. y si te fijas sólo en los pajes que
nos envían, debían de ser de alguna comparsa. No parece tan evidente el caso de
Baltasar, que en seguida se ve que era de Rota (si alguien ha estado en Rota ya
sabrá que ahí hay mucho negro, … aunque sea de la Base). En realidad hoy hay
negros en todos lados, y, si valiera, sobre todo en la plaza de España de
Madrid. En fin, los reyes eran de Cádiz, la tacita de plata, como
Camarón, los tanguillos o los duros antiguos que tanto en Cai dieron que
hablar.
El rollo de
que cada uno venía de un continente es muy ecuménico pero muy poco práctico; y
luego ¿dónde se reúnen para empezar a entregar los regalos? No da tiempo si se
tienen que recorrer el mundo dos veces. Sobre todo, si como planteamos el año
pasado, los reyes magos probablemente sean mujeres, aunque sólo sea porque uno no se imagina a tres tíos envolviendo tanto regalo y porque la magia siempre fue más de ellas. Si los reyes magos, más aún,
las reinas, eran de Chipiona, como la más grande, o de Jerez, como la faraona,
todo cuadra. No hay Herodes que aguante el tipo!
Al parecer
llegaron con camellos y dromedarios, pero tampoco hizo falta que los llevaran del mismo Jerez (más famosa por la feria del caballo). Tampoco veo que cupieran
así todos tan fácilmente en el portal. Lo mismo, los recogieron en alguna parada
por el camino.
Es más,
según resulta de los textos bíblicos, el incienso, el oro y la mirra eran
andaluces. Desde luego, el incienso es muy de la Semana Santa de Sevilla (es
uno de mis recuerdos más vivos de chico), aunque no es seguro que la semana
santa se celebrara en Híspalis por aquéllas fechas.
Por último, ahora que se ha aclarado definitivamente el
origen de los reyes magos, la pretendida rivalidad entre los Reyes y Papá Noel,
ese prejubilado de la Coca Cola, ha quedado felizmente finiquitada.
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