sábado, 30 de mayo de 2009

Desde el AVE, la familia que bebe unida, Akron Family

Definitivamente el AVE es el mayor invento de la historia desde el descubrimiento del Alkaseltser (y éste fue uno de los inventos que cambiaron mi vida y sobre todo mis mañanas). Escribo mientras vuelvo de Sevilla, ciudad referente universal -al menos para mi-. Sevilla es una mezcla de color y sonidos, a veces ruidosos, y de calor y de frescura, aunque no climatológica. En los últimos años, de Javier, mi primo y cicerone, Eva, Santi, cuando no está en tierra de fuego o en Katmandu, y Nacho, mis primos, y todos sus amigos.
El Ave no es sólo la superación de la distancia, sino también un sitio donde la comida es normalmente buena y aceptable siempre (lo que hace palidecer todos esos comistrajos que nos dan en Iberia, con todos esos menús al parecer pensados por famosos asesores).
Claro que no vine ayer a Sevilla y vuelvo hoy por el gusto de cogerlo (en ningun sentido del término) sino, como ya anuncié, para ir al festival Territorios que se organiza en la Cartuja, que normalmente cuenta con un cartel errático que arruina sus aciertos con sus errores, pero que anoche acertó en un programa del mejor rock americano.
Al principio poca gente: el recinto se llenaba con desgana: Cuando Akron family aparecieron puntuales a las diez y media, no llegábamos a media entrada.
Tres tipos de algún lugar de la Costa este de los States, en un estado de evolución entre el hombre de Cromagnon y el homo sapiens sapiens (nunca he entendido que ahora sean sapiens dos veces; yo estudié al homo sapiens, que lo era una sola vez, y antes habia sido erectus, y me reservo más interpretaciones sobre el concepto).
Geniales por momentos, sorprendentes a lo largo de todo el set. Su mezcla de psicodelia enloquecida con la simplicidad de utensilios domésticos me llevan a preguntarme que dieta seguía esta familia, más aún, que era lo que bebían en esa casa, y todavía más, que rayos fumaban. Tampoco me atrevo a indagar que educación estos tres chicos han recibido, if any.
Claro, todo ello podría preocuparnos si los Akron fueran de verdad una familia.... en realidad para tranquilidad de unos cuantos no lo son.
Dana Janssen, Seth Olinsky, y Miles Seaton, en principio, bateria, guitarra y bajo, cantan todos y sobre todo tocan multitud de intrumentos, disfrutan y seguramente son grandes colegas para ir de marcha. Son simples, como el amor, según dice su disco de finales del 2007. Este disco tiene muchos hallazgos aunque no se recomienda oirlo entero sin precaución: Ryan Vanderhoof otro de los miembros originales del grupo lo abandono justo después de grabarlo para irse a vivir a un centro budista en medio del oeste. En fin love, love, love (everyone); guitarras brillantes y decadentes de cuando en cuando. Coros tabernarios; Ed is a portal (al oirla pienso que nos deberiamos ir con éstos a los Caños de Meca en cuanto acabe el concierto).
El disco Set 'Em Wild, Set Em Free, que han publicado este mes y están presentado no ofrece dudas: Everyone is guilty. Para colmo nos dicen don't be afraid, you are already dead: simplicidad en el descontrol. Empiezan el ritmo extrambótico de I've got some friends y nos dan su opinion final; todo el mundo está loco -al verlos a ellos se diría que tienen razón- , y se embarcan en una espiral instrumental que recuerda a los mismos Yes. There's so many colors... y ya por fin todos somos Pink floyd por un instante y terminan recordando a nuestro normalmente admirado Adam Green. Una experiencia. La noche no había hecho más que empezar.

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