viernes, 30 de enero de 2009

Más bolos y nombres

El miércoles tuvimos cena de amigos del colegio (unos veintitantos) que dió lugar a las coñas habituales y reecuentros varios. En el fragor, mi amigo Rodolfo nos contrató para tocar en una de las salas más conocidas de Madrid el jueves 19. Isabel, una amiga nuestra, también nos ha gestionado que toquemos en una fiesta en otro local muy conocido de la Castellana el 28 (esta vez sábado). En fin, de pronto saltamos a los sitios de moda de Madrid. Ahora resulta que Gus, Garri, Quico, Jose y yo tenemos que decidir el nombre ya.

Ayer por la noche (un jueves largo pero no tanto) cenando algo en un garito de Villaviciosa (cerca de uno que se llama la Tentación, pero no caímos en ella, al menos no ayer) hicimos risas sobre nombres para el grupo.

El tema del nombre es bastante importante: El nombre es una declaración de principios sobre lo que pretendes, sobre el estilo y sobre en donde quieres situarte.

Al principio nos llamabamos a nosotros mismos The Manthas, en reconocimiento de que nunca tocaremos como los jimi pages o hendrixs reales o amateurs que hay por el mundo, aunque creo que a los Jam o a los Ramones nunca les importó. Lo que ha pasado es que cada vez sonamos mejor y claro ir por ahí diciendo que somos los mantas, es poco comercial: es mucho mejor que el que nos oiga descubra por si mismo que somos unos mantas -que a lo mejor no lo descubre- que, para empezar, se lo digamos nosotros.

Lo más fácil es empezar descartando. Todos tenemos claro nombres que no se deben poner como por ejemplo todos los que tiene un “de” en medio (la oreja de no se quien, el sueño de no se cual…)

Luego están todos los que me propone mi hijo Javi, que acaba de cumplir 13 y que vive entregado al metal, y en particular al Death Metal (lo mas pop que escucha es ACDC) . Le gusta Amon Amarth, que acaban de tocar en Madrid y que al parecer son unos noruegos que hacen “death metal melódico”, que es algo asi como ser asesino pacifista o psicópata dócil. Según él nos tenemos que llamar algo con black, Iron black, black night o cosas asi.

Estan todos los nombres pijos como “tu mujer no lo sabe” que puede dar lugar a muchos equívocos sobre intenciones y orientación, o “no se lo cuentes a mama” quizás se refiere a un público más joven (como mucho más joven). “No se lo cuentes a tu marido” quizás anuncie propósitos más gamberros, pero termina limitándote a despedidas de solteras y, a pesar del gimnasio, tampoco estamos para tocar en gayumbos.

Seattle tiene la ventaja de que Gus vivió allí (el lado humano) y que es un jefe indio y un sitio de grandes referencias musicales. Quizás suena algo serio, pero la lejanía es buena.

No hablar de Las secuelas, que suena super fuerte. También me provoca lo de “las celulas madre” (es sugerente lo de “donde están mis celulas madre?” que con una coma se convierte en una pregunta a la progenitora) o mejor Where my stem cells are?

Un nombre bonito es Trepanación, pero deberiamos dejarnos el pelo largo y eso tarda, y además habría que cambiar el repertorio (y posiblemente de amistades … e incluos de trabajo).

En fin, por ahora, todos preferimos Seattle, sin The, ni apóstrofes. Un abrazo

3 comentarios:

darkover dijo...

Lo de las etiquetas es gracioso, al final uno creería que el Death Metal es algo muy ruidoso y tenebroso y no es para tanto.

Pregúntale a Javi por Opeth y si no lo ha oído que lo haga. Son mucho mejores que Amon Amarth.

Seattle como nombre no está mal.

Anónimo dijo...

No estaria mal, peeeeeero. Mira, yo soy de extraccion rural, y por lo tanto, experto en bandas que amenizan fiestas de pueblo. El numero de bandas que se bautizan con el nombre de alguna ciudad pretendidamente glamurosa es abrumador. Veamos, Orquesta Las Vegas (que suena a puticlub), Orquesta Filadelfia, Casablanca, Orquesta Texas!!!!!, bajando a limites geograficos patrios Orquesta Benidorm (que por cierto, tocan que te cagas, y que en las penultimas fiestas de mi pueblo, cuando ya no quedabamos por ahi nada mas que lo mejor de cada casa, se soltaron con un repertorio de versiones rockeras impresionante), y en el colmo de la sofisticacion, Orquesta Wacual, que combinaban las iniciales de las provincias de donde provenian sus componentes, Valencia, Cuenca y Alicante, pero con el toque fashion de cambiar VA por WA. Lo dicho, Ok, peroooo. Ahora bien, si vais a incorporar a vuestro set "Paquito el Chocolatero", entonces puede que todo cuadre. Por cierto, para javiton, creo que es mucho mas divertido el Black Metal que el death Metal. Yo mismo soy un (ejem, ejem) experto en dicho genero musical (¿a que nunca lo dirias?). Ya se que ha habido muertes entre bandas rivales, quema de iglesias, etc., pero no deja de parecerme divertido que haya sido el paraiso del Estado de Bienestar (Noruega) el que haya parido (o abortado, segun se mire) un genero musical tan extremo (True Norwegian Black Metal) y a la vez tan esperpentico. Mirar este enlace y comprendereis lo que digo. http://www.beerguardians.com/index.php?option=com_content&task=view&id=166&Itemid=20
(copiar y pegar, no se activar el enlace).
Por cierto, me debes la cronica en tu blog del injustamente denostado "Chinese Democracy", Yo te contestare en un comentario de alrededor de dos paginas. Un saludo

Anónimo dijo...

"Lefa". Nombre directo y contundente (sobre todo si te da en un ojo).