sábado, 11 de octubre de 2008

los posies otra vez

La verdad es que tocamos en las rozas, lo pasamos muy bien y la gente también. Al siguiente fin de semana nos fuimos a ver a Poti con su bateria y su grupo a Navacerrada, y de paso tomamos algunas cuantas copas y nos quedamos a dormir. La vuelta a la vida campestre, más bien a la noche serrana.

El martes nos fuimos a ver a nuestros viejos conocidos The Posies, que volvían a tocar su 'Frosting on the beater' (1993) y bastante más. LLegamos cuando habíen empezado y descubri que el mejor sitio para verlos era en la barra justo al frente del escenario, de modo que creo que, si se exceptúa el de ayer de los Secretos, es el concierto en el que he bebido mas cerveza de mi vida. La verdad es que ese disco y su posterior Amazing disgrace, estan entre mis favoritos de los noventa. En fin, melodias, voces, y guitarras. Al final, Ken Stringfellow y Jon Auer, que además hay que seguir en sus proyectos independientes, se pusieron a vender sus discos en su propio tenderete; autores de algunas de las mejores canciones del pop, grandes y sencillos a la vez. Volveremos a ellos. Abrazos

1 comentario:

Unknown dijo...

Efectivamente estuvimos apoyados en la barra y al fondo justo, justo, en linea recta, se retorcían Los Posies. En mí afan de seguir el concierto, mi vista se topaba una y otra vez con la camarera (no con la mirada de la camarera sino con la camarera en sí). Me pasé el concierto esquivándola. Al final y cuando Javier se fué al excusado, le dije a la chica que aunque mi obligación rockera era seguir al grupo, también me había dado cuenta de su atractivo (que lo tenía) con lo que tal vez no había elegido bien a quién mirar.
Me sonrío con coquetería por lo que suspiré aliviado, según le enviaba esa lisonja, en mi interior pensé que me iba a devolver una sonrisa desdeñosa de esas que se dedican a los plastas un poco viejoaverdados.
Como carezco de erudicción rock-popera os cuento mis anécdotas.
Pero el concierto no estuvo mal.